La quietud de este jardín nos lleva a sentir a nuestro ser pletórico, en el centro del pecho, irradiando hacia fuera, pero nosotros nos centramos en sentirlo en la parte central del pecho para seguir profundizando y recreándonos en la infinitud y la certeza que brota de la conexión con el silencio interior, de la conexión auténtica con uno mismo.
Seguimos fundidos en la paz de este edén verde que nos invita a llenarnos de la llama violeta que nace desde nuestros pies y, lentamente, se eleva por todo nuestro cuerpo hasta nuestra coronilla. La llama violeta se lleva lo negativo para convertirlo en luz pura y radiante para cada una de nuestras células. Esta llama nos aporta seguridad y certeza para abrirnos a lo nuevo y lo desconocido e invitarnos a transformarnos en ese árbol cuyas raíces están fuertemente arraigadas sobre la tierra pero cuyas hojas y ramas se mecen en la dirección de viento que sigue su propio camino y se adapta a las corrientes de aire que se mueven en el instante. Y no habrá siempre golpes de aire pues el árbol sabe que en algún momento todo estará quieto y calmo pues él ha nacido del silencio y, por ello, el silencio regresará a él. Él sabe esperar con paciencia, confianza y aceptación.
Desde la posición de este árbol personificado en nosotros, los gnomos y los duendes nos sugieren que sigamos enraizados en la llama violeta que ahora emana de nuestro corazón y la reforcemos con la llama rosa del amor y las enviemos allá donde nuestro camino del alma esté escrito. Enviamos con confianza las llamas violeta y rosada desde nosotros hasta donde nos dicte el alma y aunque en ese momento no sepamos exactamente adonde la dirigimos, la vida acabará por llevarnos hasta ellas y allí estará esperándonos el poder de estas llamas regeneradoras, amorosas y divinas.
Compartimos este instante con la humanidad a la cual le enviamos el poder de estas llamas vivas en nuestro interior con la seguridad de que está hecho y abrimos los ojos para agradecerle a la existencia la magia de este momento.
15 comentarios:
Hola Maria Jesus.
Hermoso encontrar dentro de nosotros un bello lugar para meditar con calma y en silencio.
Invitando a los seres de luz a que nos acompañen y aconsejen en nuestro camainar diario.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar.
Perfecto, gracias a ti!
Un Besito Marino
Hola, que bello escrito, solo leerlo, hace sentir paz........Gracias, Bicos mil.
meditamos con los ojos abiertos del alma y asi reposamos el silencio que nuestro corazon guarda gracias por pasar po rmi mundo de hadas besitos de gaviota en vuelo.
En cada acto de nuestra vida estamos rodeados por esos seres celestiales que construyen y destruyendo.
Con ellos aprendemos a discernir lo verdadero de lo falso...
Estemos atentos para darles la mano y juntos trabajar, para así avanzar en el sendero de luz.
Un abrazo.
siempre es un consuelo que seres con luz propia nos acompañen
feliz entrada al mes de Junio aun en primavera
besos
Marina
GRACIAS DESDE EL ALMA.
BESOS.
Hola María Jesús.
Bella meditación e imágenes, me ha gustado mucho.
Siento tener que ausentarme de nuevo, pero la vida nos pone en el camino situaciones, a las que tenemos que atender, no es nada grave.
Estaremos en contacto a mi regreso.
Un abrazo
Ambar.
Hola
Maravillosos tus escritos... llenos de poema
Hola amiga, que bellas letras que invitan a la meditacion, las imagenes bellisimas. Besos, cuidate.
Cuanta paz nos transmites siempre, leerte es como vivirlo, como si nos pasaran delante una pelicula con todos los detalles.Transmites paz maria jesús, gracias pr ser asi.
…hola mi puerta está abierta para
Cuando gustes venir a verme y es
Un placer para mi recibirte en ella..
Gracias por rus palabras en el
Comentario .
Que pases una feliz semana…con
Cariño
Un abrazo
Marina
Que hermosa meditación María Jesús. Hace algunos días la había leído y pensé que ya te había dejado mi comentario, pero algo pasó.
Resumiendo, me encantó esta meditación de las llamas para hacerla con frecuencia, gracias por publicarla.
Un abrazo.
Sentir paz me gusta.
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